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jueves, 17 de mayo de 2012

El despido sigue siendo la primera opción para ajustar las plantillas

El despido sigue siendo la primera opción para ajustar las plantillas

Esta semana se cumplen los primeros cien días de aplicación de la reforma laboral que abarató y facilitó los despidos y, al tiempo, dio más facilidades al empresario para adoptar medidas de flexibilidad interna.

¿Cómo se está aplicando esta reforma?, ¿qué uso están haciendo de ella las empresas? Tras consultar a algunos de los principales despachos de abogados laboralistas que asesoran la política de recursos humanos a compañías nacionales y extranjeras, la primera impresión es que "las empresas no están haciendo un uso exprés y urgente de la reforma", dice David Díaz, socio de Baker & McKenzie. "Muchos esperan a ver cómo la competencia utiliza las nuevas medidas o cómo los jueces empiezan a interpretar las demandas", explica Jordi Puigbó, coordinador del área laboral de Cuatrecasas.

Dicho esto, la principal conclusión de gran parte de los laboralistas preguntados es que los despidos siguen siendo la primera opción a la hora de hacer frente a la crisis. A la mayoría de los despachos consultados prácticamente no han llegado peticiones empresariales para aplicar las nuevas medidas de flexibilidad interna (modificar las condiciones sustanciales de trabajo, como salario, jornada o turnos; y descolgarse del convenio colectivo de referencia, entre otros).

"Lo que nos llega son todo despidos", asegura Daniel Cifuentes, socio de Olswang. Algo en lo que coincide totalmente su colega y socio de Abdón Pedrajas & Molero Antonio Pedrajas. "Las empresas piden en un 90% medidas de extinción más que de flexibilidad interna", dice.

Y en este punto, la reforma sí ha hecho mella al aumentar considerablemente los despidos objetivos (colectivos e individuales) por causas económicas, para los que la reforma ha eliminado la autorización administrativa (solo hace falta la voluntad del empresario) y ha fijado como principal requisito el que haya tres trimestres de caída de ingresos o ventas. "Si antes el 90% de los despidos eran disciplinarios, ahora estos son el 50% y el otro 50% son objetivos por causa económica", añade Pedrajas.

El efecto de este aumento de los ERE por causas económicas, con las nuevas condiciones de la reforma, es un claro abaratamiento de la factura que las empresas pagan por los despidos.

"Antes, cuando te sentabas a negociar, partías de ofrecer 45 días, ahora esto ya no es una referencia", precisa Díaz, con el que coinciden el resto de laboralistas. Según la experiencia de estos expertos, las indemnizaciones de los ERE están ahora entre 33 y 35 días. Una de las causas de por qué se pagan más de los 20 días que exige la ley es que, a pesar de ya no ser necesario el acuerdo en los ERE para garantizar su autorización, "el pacto sigue siendo el objetivo en la mayoría de los casos", y para conseguirlo se encarecen, pero menos que antes. "Además, las formas en la presentación de un ERE son ahora más importantes que nunca", coinciden los expertos. Son las únicas vías para conseguir ciertas garantías (no plenas) de que el ERE no se recurra al juez.

Desde despachos como Baker & McKenzie, no obstante, explican que sus clientes "ya hicieron los ajustes más importantes antes de la reforma, así que ahora optan por alternativas al despido". En ese punto, todos los consultados coinciden en que la medida de flexibilidad más utilizada es la bajada salarial, mediante la modificación del artículo 41 del Estatuto de los Trabajadores.

(Fuente:cincodias.com)

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